martes, 27 de enero de 2009

ESTRENO BITÁCORA

Inauguro mi diario.
No sé si es buen día; creo que la entrevista del Presidente de Gobierno en el Programa "Tengo una pregunta para usted..." me deja cierto margen para comentar algo que no se centre en la crisis, en la trama de espionaje del PP de Madrid o en los procesos electorales que próximamente se celebrarán en Galicia y en el País Vasco. Supongo que es un soplo de aire fresco. En 8 años de Gobierno de José Mª Aznar, las apariciones en televisión y los debates fueron poco menos que un hecho utópico que recordábamos de los añorados tiempos de Felipe González. Afortunadamente, Rodríguez Zapatero muestra un empeño desmesurado por llegar con su mensaje a la desencantada ciudadanía.
Desencantada, sí, porque cuando los problemas acechan más cerca de lo conveniente, la ciudadanía tiende a caminar por la calle del medio y buscar fantasmas donde no los hay. Y la prueba la tuvimos anoche, con una muestra de la sociedad española que culpa a un ejecutivo, al Gobierno de todos los españoles, de una crisis de ámbito global, mundial, que afecta a todos los sectores, y que es la prueba más latente de que el "laissez faire, laissez passer" es un intento por conseguir que los más poderosos tengan más, y el pueblo, al que menos oportunidades se le concede, disponga cada vez de menos recursos.
Estoy convencido de que nuestro Presidente supo, desde que le plantearon la posibilidad de aparecer en el programa en cuestión, a qué se iba a enfrentar. Y tal vez, por ello, doy más valor a su aparición de anoche.
Sacar conclusiones a toro pasado, como dirían a lo largo y ancho de mi región, resulta sencillo a la par que oportunista, fundamentalmente porque cualquiera de nosotros, ante tamaña situación financiera, tal vez escondiese la cabeza bajo el ala. Nuestro Presidente salió a contestar aquéllo que le preocupaba a la ciudadanía; la crisis, sí, pero también intentos, con cierto tufo a rancio, por desacreditar su comportamiento ante la injusticia de la guerra en Irak.
Habrá quién piense que para eso es el Presidente del Gobierno, y que si no puede dar respuestas a problemas reales, es mejor que no hubiese optado a la presidencia.
Tras varios lustros de bonanza económica, a este Gobierno le ha tocado hacer frente a una situación socioeconómica complicada, y en cuya solución está echando mano de todos los recursos a su alcance. Valiente ejemplo, que reafirma mi confianza en el Ejecutivo y en su Presidente.
Los recelosos, aquéllos en los que prima su ideología política por encima de las soluciones, aprovechan cualquier resquicio para desacreditar a quiénes están trabajando, sin descanso, por y para la sociedad española. De poco sirve que los medios de comunicación nos muestren los procesos a los que se están viendo sometidas grandes multinacionales, como Philips o ING Direct.
Rodríguez Zapatero hizo un ejercicio de humildad y valentía, el que hubiese deseado por algún ex- presidente para con este país cuando debió decir NO a propuestas bélicas injustificadas.
En cuanto a los críticos que se escudan en los micrófonos, los que se amparan en las colaboraciones con los grandes grupos de comunicación, para los que intentan desacreditar y destruir antes que aportar,..., tenemos un Presidente que, por encima de todo, es humano.
Tal vez una humanidad que antaño echamos de menos en la cabeza del ejecutivo español.
Que cunda el ejemplo.

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