miércoles, 22 de abril de 2009

ROJO SOBRE NEGRO



Entiendo el monumental enfado del sector clerical español; la idílica imagen del bien común, de la que parece ser tenían patente de corso, ha cambiado de manos. El oligopolio católico- conservador que obraba como hacedores de vida y opinión, dando y quitando miserias y alegrías a quiénes pudiesen permitírselo, está pasando a las hordas rojas, que ocultando su tridente a juego con el rabo y los cuernos ha hecho, de la igualdad de derechos y oportunidades, una sociedad más justa.


Las mentiras tienen las patas muy cortas; parapetados en pertinaces juegos de palabras, fábulas y dimes y diretes que cristalizaron en la mayor estafa religiosa de la historia, los obstinados ideólogos de la Iglesia Católica construyeron un imperio a fin de perpetuar su estirpe fundamentalista más allá del fin de los días. Craso error. No coló. La cultura y la educación, en su faceta de formadoras, mostraron una senda poco conocida, donde la libertad y la igualdad jalonaban un tránsito bien definido, lejos de despotismos y nubarrones teológicos, que abotargaban cerebros y obnubilaban pensamientos.


El progreso avanza lento pero firme. Nuestra sociedad actual es una muestra patente. La naturaleza, sabia por definición, camina estación tras estación para modelar nuevas formas y contornos. Todo se transforma; nada permanece.


El conservadurismo al que la derecha ibérica quiere someternos, no es sólo un acto contra natura; es la mayor muestra de cinismo que háyase visto.


Cuando la sociedad española aplaude los constantes avances que se están produciendo en la investigación con células madre, plasmados ya en actuaciones concretas que pueden servir para traer la felicidad a una familia; cuando las mujeres españolas pueden, por fin, interrumpir su embarazo de forma voluntaria sin tener que sentir el aliento de la justicia; cuando dos personas pueden acceder a unirse sentimentalmente, garantizando así sus derechos, el principal de ellos la posibilidad de crear una familia, independientemente de sus tendencias sexuales, el Cardenal de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco (¿Sifredi?) Varela arremete contra la ley del aborto y la obstinación de un Gobierno comprometido con los derechos y las libertades de todos los españoles, poniendo en duda la legitimidad del sistema democrático: "No es verdad que la democracia pueda funcionar bien como mero juego de mayorías y minorías con independencia de su sustrato ético. En una situación así, la democracia se convierte fácilmente en una palabra vacía".


La Iglesia Católica, y su brazo armado, la derecha rancia y señorita, se acuerda de Santa Bárbara cuando truena. Mientras la cúspide de los Gobiernos, fuesen provincianos o no, era un coto cerrado para las estirpes falangistas, la Iglesia, fiel a su idea de perpetuidad, consentía cuántos desatinos pasasen por la cabeza del Gobernador Civil o del cacique pueblerino de turno. Ego te absolvo a peccatis tuis. Fin del problema.


La liturgia católica ofrece constantes referencias a la paz, a tal punto que la finalización de la misma es advertida con un solemne: “podéis ir en paz”. Efectivamente, nos vamos con la paz a otro lado; por ejemplo a Irak, a catequizar a los musulmanes para que vean la luz. ¿Qué las bombas occidentales de la Comunidad de las Azores asesinan, de manera indiscriminada, a inocentes civiles? Pues que la paz esté con vosotros. ¿Qué fallecen 62 personas por la incompetencia de un miembro supernumerario del Opus Dei? Que la paz esté con vosotros. ¿Qué descubren los abusos que han efectuado sacerdotes de la Iglesia Católica americana sobre menores de edad? Que la paz esté con vosotros. ¿Qué una pareja normal no puede anular su matrimonio por no disponer de efectivo, tal y como lo han hecho famosas/os artistas con los bolsillos repletos? Que la paz esté con vosotros.


Prediquemos… con el ejemplo de otros. La jerarquía eclesiástica echó su ancla sobre el puerto de una vida tranquila. Es demasiada tentación renunciar a los placeres mundanos; que prediquen los ignorantes.


¿Y sin un día descubrimos que es un familiar directo de estos doctores de la Iglesia quien se beneficia de estos avances científicos? … Que la paz esté con vosotros.


¿La democracia era una palabra vacía cuando Don Francisco convirtió España en su coto particular de caza (nunca mejor dicho)?... Que la paz esté con vosotros.


¿Cuándo España entera salió a la calle para protestar por una guerra injusta, pasando por alto la voluntad del Parlamento Español? … Que la paz esté con vosotros.


¿Cuándo Álvarez Cascos se enfrentó a dos divorcios consecutivos, previa, en su día, voluntad contraria a la ley del divorcio? … Que la paz esté con vosotros.


El rojerío que impregna el color del ejecutivo central debe ser la seña de identidad de los programas y las políticas con que nos inundan ZP y sus muchachos. Escaso favor haríamos a la sociedad y a nuestros descendientes si no aprovechamos esta oportunidad para diseñar actuaciones sociales que cristalicen en una sociedad más justa, igualitaria, moderna y libre de ataduras, estereotipos y actitudes esclavistas parapetadas en el temor a lo desconocido. Es nuestro momento. Y sabemos que es así, porque los seguidores caudillistas –Roucos, Cañizares, Trillos, Martínez Pujaltes y demás fauna servil a intereses neocon- mantienen su permanente condena a los logros sociales que el gobierno socialista está consiguiendo.


Si el contubernio nacional- católico fuese una línea de transporte, yo hace tiempo que me habría bajado, no fuera a darse el caso que me pasase mi parada y tuviese que volver andando. Supongo que ellos harán el trayecto completo, a pesar de que el autobús ya no está para muchos trotes. Les importa poco; mientras lleven el volante…


Que el tiempo no os cambie.

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