lunes, 27 de diciembre de 2010

¿DÓNDE HAN QUEDADO NUESTROS REFERENTES?

Llevo días dándole vueltas a la cabeza, y hay algo que me preocupa, y creo que debiera preocuparnos a todos los que nos consideramos progresistas, de izquierdas o… ¡cómo diablos nos autodenominemos!


Coincido con Groucho Marx en
encontrar la tele muy instructiva, pues cuanto más la sigo, más me gusta leer. No obstante, y para evitar el lógico abotargamiento que tanto ordenador y tantas cuestiones de índole laboral nos satura las neuronas, por las noches soy de los que encienden el televisor para seguir… algo, para escuchar sonidos…, para no pensar, en definitiva. Y como la prensa del corazón inunda los espacios nocturnos, uno se ve obligado a hacer zapping una y otra vez en espera de encontrar algo que, aun siendo una mierda, merezca la pena.


Sinceramente, no entiendo el nuevo formato TDT; cadenas y cadenas de producciones sin sentido, reposiciones de series vistas una y mil veces, programas que no conducen a ningún sitio, debates vacíos sobre si fulano llamó, o dejó de llamar, tal o cual calificativo a zutano… hasta que llegas al
“ala derecha”.


Por una cuestión de comodidad, tengo los canales alineados con la derecha al final del incontable goteo de memeces con la que nos llenan la cabeza; pero gracias a la ínfima calidad de nuestra TV
–haría una excepción con La Sexta, 24 horas y poco más-, todas las noches termino cambiando a VEO7, Intereconomía, etc., y todas las noches me encuentro debates al uso trasnochados, zafios, totalmente subjetivos y mediatizados que tienen como fin calumniar la gestión de los gobiernos socialistas que abundan en este santo país. Da lo mismo lo que sea; siempre hay un motivo para poner en entredicho la calidad de las políticas y programas de los gobiernos progresistas, sin titubeos, a cara descubierta. Y me preocupa… mucho.


El rojerío tendemos a diluir nuestras reflexiones sobre el papel de la derecha con un lenguaje educado y respetuoso; incluso si me apuras, a evitarlo, porque
“nosotros no somos como ellos”. Pero a la derecha, a esta derecha rancia y fascista, no le duelen prendas en cargar las tintas contra todo lo que huela a izquierda, y especialmente contra el socialismo. Han puesto toda la carne en el asador y han puesto a disposición de sus aparatos mediáticos todos los medios que su economía, que es amplia, les permite, con el fin de desprestigiar las políticas sociales que tanto Zapatero, como los Gobiernos autonómicos donde gobernamos, han puesto en funcionamiento. Da igual si mienten o lo que dicen no está demostrado. El lema es “difama, que algo queda”. Y a ello andan.


Y mientras los gobiernos socialistas continúan dando autorizaciones para que pongan en funcionamiento sus canales en la Televisión Digital Terrestre, sin pararnos a pensar que nos estamos autoinmolando, simplemente por un ejercicio de pluralidad periodística en el que nosotros creemos, pero ellos no. Y a ello seguimos. La penúltima gran jugada de la derecha ha sido desmembrar CNN+, con programas tan ilustrativos como el de Iñaki Gabilondo que, al menos, ofrecía una visión progresista de los acontecimientos y personajes más ilustres de este país. Y ahora, ¿dónde están nuestros referentes mediáticos?; ¿vamos a continuar haciéndoles el juego hasta que consigan que la izquierda desaparezca, también, de la parrilla televisiva y radiofónica?


Wyoming, sálvanos, porque no sabemos lo que hacemos.

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