Tras ser pillado in fraganti en una situación muy comprometida, unos
días antes de su reelección, el Presidente de los Estados Unidos decide
inventarse un conflicto que desvíe la atención de la prensa de su affaire.
Sinopsis de la película “Wag the Dog”. Director: Barry Levinson. USA.
1997
Son
numerosas las ocasiones en que la realidad, aunque no sea a tan gran escala
como el conflicto que recrea la película, iguala la ficción –suelen decir que
la supera-, y este bien podría ser un caso más de desviación de la atención mediática
y social para tapar las vergüenzas propias; o cuando menos dar tiempo para que,
durante unos días, dejen de hablarse de
ellas.
Esta
práctica, que bien podría ser de primero de Políticas –y no hablo de la
titulación-, digna de Maquiavelo, nuevamente ha pasado desapercibida para una
gran mayoría de la población, que ha llenado bares, esquinas públicas y ámbitos
diversos de tertulias varias, con la nueva salida de tono de la Presidenta de
la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, metiendo el hocico en un terreno tan
poco estable como el de los nacionalismos catalán y vasco y su especial romance
con el fútbol –entendido éste como máxima expresión de ese sentimiento-.
La
Comunidad de Madrid, ejemplo de “buenas prácticas” y bastión moral de la piel
de toro, comienza a hacer aguas por varios frentes, una situación muy
controvertida que ha puesto en el disparadero a su Presidenta y a sus políticas
neoliberales, graciosos ejercicios de “favores” para con sus correligionarios,
obviando, como no podría ser de otra forma, a la plebe que clama por servicios dignos,
la no subida de tasas e impuestos, el cese de ERES injustificados y la
transparencia en una gestión que empieza a teñirse de oscuro.
A
finales de la semana pasada, los medios de comunicación anunciaban un
incremento del déficit público, correspondiente al ejercicio 2011, en tres
comunidades autónomas con gobiernos populares: Comunidad Valenciana, Castilla y
León y Madrid. Para esta última, y tal y como reconoció el Consejero de
Economía y Hacienda, Percival Manglano, el desequilibrio fiscal alcanzó el 2,2%
del PIB, por encima del 2% comprometido y duplicando el 1,13% que había
anunciado previamente la comunidad (http://www.cincodias.com/articulo/economia/deficit-comunidad-madrid-2011-duplico-anunciado/20120518cdscdseco_8/).
¿Os imagináis que hubiese sucedido si esto mismo lo hubiese hecho un Gobierno
regional socialista con Rodríguez Zapatero, o Rubalcaba, como jefe del
Ejecutivo Nacional?
Por
si no fuese bastante, el lunes la ínclita Presidenta madrileña anunció un “ajuste
de tasas”, lo que implica que habrá que
pagar más por algunos de los servicios que presta la Administración autonómica,
aunque no especificó cuáles de ellos serán los que sufran este ajuste, y que
tiene su origen en el desvío del déficit autonómico, reconociendo un agujero de
cerca de 2.000 millones de euros en su cuenta de ingresos (http://www.20minutos.es/noticia/1465708/0/aguirre-anuncia/subida-tasas/elude-servicios/).
Siguiendo
con el enjambre que tiene orquestado la Comunidad de Madrid, el pasado 10 de
mayo el presidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, declaraba
que los responsables de la situación actual en Bankia eran el ex presidente
de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, la entonces vicepresidenta económica
Elena Salgado y el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordoñez.
¿La razón? La no privatización de las Cajas en su momento para que estas
funcionasen como cualquier empresa privada, un argumento esgrimido por la
Presidenta de la Comunidad de Madrid desde hace “mucho tiempo” (http://www.finanzas.com/noticias/economia/20120510/economia-bankia-comunidad-madrid-1360497.html).
Quiere decirse, por tanto, que nadie del Consejo de Administración de Bankia es
responsable de lo sucedido en la entidad bancaria, a diferencia de lo que
sucedió en nuestra región con Caja Castilla-La Mancha. ¿Lo recordáis?
Si
continuamos este recordatorio retrotrayéndonos un poco más en el tiempo, nos
encontramos con otra de las perlas de la Condesa de Murillo: la subida del
precio del transporte público que prometió no incrementar, y que ha supuesto
infinidad de protestas por parte de los usuarios de estos servicios, que son la
inmensa mayoría de madrileños y ciudadanos de regiones vecinas. (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/04/10/madrid/1334092393_608713.html)
¡Casi saldría más a cuenta viajar en taxi o en coche particular!
Seguramente
todos recordamos más ejemplos de frentes abiertos por Esperanza Aguirre –como por
ejemplo la Universidad-, todos ellos objeto de debate y crítica por buena parte
de la ciudadanía, que asiste impasible a una nueva vuelta de tuerca de sus ya
limitadas posibilidades económicas. Un panorama incierto que situaba a la
política popular en uno de sus peores momentos en cuanto a valoración social, y
que debía ser apagado o, cuando menos, reducido.
La
solución, como ya podéis imaginar, ha sido desviar la atención hacia un asunto
que ha levantado polémica y ha encrespado los ánimos de media España; y si bien
es cierto que la sitúan de nuevo en el centro de críticas, burlas y descalificaciones, es un precio no demasiado
alto para evitar que se hable de la mala praxis del Ejecutivo de la Comunidad
de Madrid, en lo tocante a la gestión de los diferentes asuntos que llenan los
despachos de la Administración Autonómica.
Esperanza
Aguirre sabía que incenciando la Final de Copa del Rey sería el centro de la diana,
independientemente de quienes sean, o dejen de ser, los afectados por la
creación de este clima antipatriota que se ha empeñado en alimentar; ha sido
una buena táctica: “cuando estés muy apurado, intenta, como sea, abrir otro
frente, cuanto más grande, mejor”. Argumenta que dijo lo que pensaba, y
esa es su defensa, la libertad de expresión; ¡buena jugada! Pero era una
estrategia premeditada y pensada para dejar a un lado los importantes problemas
que sufre la Comunidad de Madrid.
¡De
manual; una jugada de manual!
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